Llevo mucho tiempo queriendo hacer pan casero, pero nunca me había decidido a hacerlo. Así que como he vuelto con las pilas cargadas me uso manos a la obra.
La verdad, no es tan difícil no complicado como yo pensaba.
La receta que yo utilicé es una que dieron en la tele, pero cambiando ingredientes.
400 grs. de harina
Un puñadito de sal (aunque eso es a gusto, hay que ir probando a ver como os sabe mejor)
15 grs. de levadura fresca
100 dl de agua
100 dl de leche
30 grs de aceite de oliva (se puede usar mantequilla, pero para esta combinación mejor aceite)
2 tomates pequeños y maduros (troceados en daditos)
Trocitos de queso (también en daditos pequeños)
Orégano a gusto
Preparación:
En un bol ponemos la harina y la distribuimos en forma de volcán. En medio vamos añadiendo los ingredientes uno a uno y una vez hecho removemos hasta que quede una masa que no se pegue en las manos.
Cuando ya la tenemos, la troceamos en porciones y las hacemos redondas o como cada uno prefiera, y las ponemos en la bandeja del horno.
Dejamos reposar la masa de 30' a 45' y la introducimos en el horno a 180º o 190º alrededor de unos 10'-12' minutos (ya sabéis que todo depende del horno de cada uno). Calor arriba y abajo.
Cuando la parte de arriba esté dorada, podéis sacarlos y dejarlos enfriar.
La verdad es que es un pan que da mucho juego. Por si solo ya tiene mezcla, y si encima le añades algo mas......queda rico, rico.
Ahí lo tenéis. Si os animáis a hacerlo vereis lo bueno que está.
